RITO
DE ENVÍO DE LOS CATEQUISTAS
Diócesis
de Orihuela-Alicante, curso 2015/2016
MONICIÓN
Nos
reunimos en esta celebración dominical para celebrar la vida nueva
que Cristo resucitado nos ha regalado. Cada domingo, acogemos y
festejamos el don de la salvación. Pero hoy, además, celebramos el
rito de envío de los catequistas de nuestra parroquia. Necesitamos
hombres y mujeres que anuncien la fe y acompañen en el camino de la
vida cristiana a niños, jóvenes y adultos. Para ello, contamos en
el seno de nuestra comunidad parroquial con la respuesta generosa de
los catequistas a la llamada que han recibido.
Que
esta celebración sea una acción de gracias por el regalo que Dios
hace a su Iglesia llamando continuamente y enviando a la misión a
estos catequistas.
RITO
DE ENVÍO
Monición:
Se
va a proceder ahora al rito del envío de los catequistas que este
año llevarán a cabo la tarea de la Catequesis en nuestra Parroquia.
Es un modo de expresar que no actúan en nombre propio, sino en
nombre de la Iglesia.
El
rito consta de cuatro partes: comienza con una exhortación del
Sacerdote en nombre del Señor; sigue la confesión de fe de los
catequistas que manifiestan su compromiso y disponibilidad; a
continuación, el Párroco pronunciará la bendición del Señor
sobre ellos para que Jesús les ayude con su fuerza y los mantenga en
su fidelidad; por último, besarán el libro del Evangelio que han de
enseñar y testimoniar.
1.
Exhortación: ¡Pónganse en pie los que van a recibir la misión de
catequista! (Los catequistas se ponen en pie, mientras los
fieles siguen sentados)
Queridos
hermanos:
Dios,
nuestro Padre, reveló y realizó su designio de salvar al mundo por
medio de su Hijo hecho hombre, Jesucristo, quien confió a la Iglesia
la misión de anunciar su Evangelio a todos los hombres.
Vosotros,
catequistas, que no actuáis en nombre propio, sino en nombre de la
Iglesia que os envía, tenéis una misión muy importante que
cumplir: ser testigos del mensaje de Jesús.
Expondréis
y explicaréis la Palabra de Dios en la catequesis y, de esta forma,
con vuestro esfuerzo y la ayuda del Señor, los niños y jóvenes
irán madurando en la fe. No olvidéis en ningún momento que se
trata, sobre todo, de llevarlos al encuentro personal con Jesús, que
es el protagonista principal de vuestra actuación. Por eso, cuando
expliquéis su Evangelio, no olvidéis escucharlo y madurarlo primero
en vuestro corazón, dóciles al Espíritu del Señor.
Que
vuestra vida sea testimonio de Jesucristo y de su mensaje en el seno
de la Iglesia que es siempre el punto de referencia de la catequesis
que realizaréis porque toda ella tiende a edificarla como «pueblo
de Dios, cuerpo de Cristo y comunión en el mismo Espíritu».
2.
Profesión de fe y compromiso: (Los catequistas encienden las
velas)
Celebrante:
Antes
de recibir la misión, es necesario que profeséis públicamente
vuestra fe; que expreséis ante la Iglesia reunida vuestra
disponibilidad a la tarea que se os encomienda y la aceptación del
compromiso que asumís.
¿Creéis
en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
Catequistas:
Sí, creo.
Celebrante:
¿Creéis
en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa
María Virgen, proclamó con obras admirables el Evangelio de Dios,
murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado
a la derecha del Padre?Catequistas: Sí, creo.
Celebrante:
¿Creéis
en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión
de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de
los muertos y en la vida eterna?Catequistas: Sí, creo.
Celebrante:
¿Estáis
dispuestos a realizar vuestra tarea viviendo la fe con sinceridad de
corazón y proclamándola de palabra y de obra, según el Evangelio y
la Tradición de la Iglesia?Catequistas: Sí, estoy dispuesto.
Celebrante:
- ¿Os comprometéis, contando con la ayuda del Espíritu Santo, a testificar con vuestra vida el mensaje de Jesucristo que predicáis de palabra?
Todos: Sí,
me comprometo- ¿Os comprometéis, contando con la ayuda del Espíritu Santo, a testificar con vuestra vida el mensaje de Jesucristo que predicáis de palabra?
Celebrante:
- ¿Os comprometéis a que la catequesis sea anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo según es vivida y trasmitida por la Iglesia?
- ¿Os comprometéis a que la catequesis sea anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo según es vivida y trasmitida por la Iglesia?
Todos: Sí, me comprometo
Celebrante:
- ¿Estáis dispuestos a formaros cada día mejor para ser instrumentos fieles del Espíritu en la tarea de llevar la salvación a los hombres?
Todos: Si, estoy dispuesto
Celebrante:
- ¿Prometéis ser constantes en la tarea de catequistas y luchar contra todo desaliento y desánimo, para así servir como evangelizadores a esta comunidad cristiana?
Todos: Sí, lo prometo
4.
Bendición de los catequistas
Celebrante:
Todos somos testigos de las disposiciones de estos catequistas que se ofrecen a servir a la comunidad a través de la catequesis. Pero, aunque el Espíritu está pronto, la carne es débil. Oremos, pues, al Señor que derrame su luz sobre ellos.
Pues si a todo esto estáis dispuestos, YO, VUESTRO PASTOR, OS ENVÍO, para que, como catequistas, conduzcáis a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes y a los adultos por Jesucristo, en el Espíritu, al Padre. Para que conociendo la revelación de Jesucristo, profesen la fe verdadera dentro de la Iglesia y construyan el Reino en el mundo.
(Extiende las manos sobre la asamblea de catequistas, y prosigue)
¡Señor Dios, fuente de toda luz y origen de toda bondad, que nos enviaste a tu Hijo único, Palabra de vida, para que revelara a los hombres el misterio escondido en tu amor!
Bendice a estos hermanos nuestros, elegidos para el servicio de la catequesis, y concédeles el que sepan anunciar a Jesucristo y su mensaje con toda fidelidad de los hermanos. Por Jesucristo nuestro señor.
(Los catequistas van pasando y ponen la mano derecha sobre la Palabra de Dios que el Celebrante le muestra, mientras les va diciendo:)
RECIBID LA PALABRA DE DIOS. VOSOTROS QUE LA HABÉIS MEDITADO, LLEVADLA EN VUESTRAS MANOS, EN VUESTROS LABIOS Y EN VUESTRO CORAZÓN. QUE AQUELLOS A QUIENES SOIS ENVIADOS PUEDAN, AL CONTEMPLAR VUESTRA VIDA, LEER EN ELLA LA PALABRA DE DIOS.
ORACIÓN
UNIVERSAL DE LOS FIELES
Invoquemos
a Dios Padre que, por mediación de su Hijo, envió al Espíritu
Santo, para que con sus dones anime nuestro curso catequético.
- Para que este curso catequético que hora iniciamos transcurra consagrado a tu alabanza, Tú, Señor que eres nuestra luz,
- Para que los catequistas, en comunión con el Papa, el Obispo y los sacerdotes, sean auténticos portavoces de la Iglesia, de cuya experiencia de fe les viene su certeza, ROGUEMOS AL SEÑOR.
- Para que los catequistas, que actúan en nombre de la Iglesia, se vean apoyados por la estima, la colaboración y la oración de toda la comunidad, ROGUEMOS AL SEÑOR.
- Para que los catequistas sean fieles servidores del Evangelio y sepan transmitirlo intacto y vivo, de un modo comprensible y persuasivo, ROGUEMOS AL SEÑOR.
- Para que los catequistas den testimonio de la Palabra con la santidad de su vida, en la oración, la meditación y la participación frecuente en los sacramentos, ROGUEMOS AL SEÑOR.
- Para que los catequistas se entreguen sin reservas a su ministerio, con amor, dedicación y alegría cada vez mayores, ROGUEMOS AL SEÑOR
- Para que nuestra comunidad, con el testimonio de su vida y con la oración, secunde el servicio a la Palabra de los catequistas, ROGUEMOS AL SEÑOR.
- Para que los padres, a cuyo servicio actúan los catequistas en la formación cristiana de sus hijos, no renuncien a su misión de ser los «primeros anunciadores de la fe», ROGUEMOS AL SEÑOR.
- Para que cuantos escuchan la Palabra de Dios experimenten el gozo de conocer a Dios y ser conocidos por El, de contemplarlo y abandonarse en El, ROGUEMOS AL SEÑOR.
Oremos:
Te pedimos a Ti, Dios Padre, por Jesucristo, nuestro hermano mayor,
que con el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los
siglos. Amén.